Discúlpame
Discúlpame por no atreverme, hay veces que siento mis raíces muertas, unas se van haciendo polvo a medida que pasa el tiempo y otras se van rompiendo con algún pensamiento.
Discúlpame por no amarte, mis brazos como ramas secas se van quebrando con los días, ya no aguardo visitas efímeras ni brotes de nueva vida.
Discúlpame por la cobardía, mis lágrimas caídas como hojas de otoño en el suelo de cemento están marcadas por pisadas desconocidas, sin mirar atrás me convierto en tu pasado.
Quiero ir a un lugar nuevo donde mis raíces den nuevos avistamientos de vida, dónde la libertad de amarte sea abrazada como cuando te acurrucabas en mis brazos por las mañanas, donde nuevas hojas verdes y suaves crezcan sin miedo a perderte aguardando una esperanza en este mundo sórdido, donde la única flor roja ilumine mis tardes como cuando echadas en la montaña tus cabellos se confundían con las llamas del sol ardiente.
Quiero viajar y volverte a encontrar como aquella vez, con los cantos de las aves, las melodías de los árboles al danzar con el viento y tu voz susurrando palabras sabías que se tornan eternas en este lugar que alguna vez compartimos.
Comentarios
Publicar un comentario